EL ESPÍRITU DE PERDÓN
Luis XII, rey de Francia, tenía muchos enemigos antes de ascender al trono. Cuando fue hecho rey mandó que se formara una lista de sus perseguidores y marcó en frente de cada nombre una gran cruz negra. Cuando se supo esto huyeron sus enemigos porque creyeron que aquello era una señal de que deseaba castigarlos; pero el rey sabiendo de sus temores, mandó que los llamaran asegurándoles el perdón, y dijo que había puesto una cruz junto a cada nombre para acordarse de la cruz de Cristo y esforzarse en seguir el ejemplo de Aquel que oró por sus asesinos exclamando: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Dios pone la cruz en un lado y sobre los pecados de los creyentes arrepentidos y los perdona.
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