Génesis 24:1-67
Comentario Biblico (Diario vivir)
24.2, 9 En la cultura de Abraham, poner una mano debajo del muslo era la forma en que se sellaba o ratificaba un pacto. Para hacer lo mismo nosotros nos estrechamos la mano, juramos o firmamos documentos ante un notario público.
24.4 Abraham quería que Isaac se casara con alguien de la familia. Esto era aceptable en esos tiempos para evitar que se casaran con vecinos paganos. Por lo general, los padres escogían la esposa del hijo. Era una práctica común que una mujer se casara en los albores de su adolescencia, aunque Rebeca era probablemente mayor.
24.11 El pozo, la fuente principal de agua del pueblo, estaba por lo general a las afueras de la ciudad en el camino principal. Muchas personas tenían que caminar uno o dos kilómetros por el agua. Sólo podían usar lo que podían llevar a casa. Los granjeros y pastores iban de los campos cercanos a sacar agua para sus animales. Era el mejor lugar para entablar amistades y platicar con los viejos amigos. Rebeca debe de haber ido al pozo dos veces al día a extraer agua para su familia.
REBECA
Algunas personas son emprendedoras. Ayudan a echar a andar las cosas. Rebeca se distinguiría muy fácilmente en este grupo. Su vida se caracterizaba por la iniciativa. Cuando veía una necesidad ponía manos a la obra, aun cuando la acción no fuera siempre la correcta.
Fue la iniciativa de Rebeca lo que primeramente llamó la atención de Eliezer, el siervo que Abraham envió para buscar esposa para Isaac. Era una cortesía común dar de beber a un extraño, pero se requería de carácter para ir a buscar agua para diez camellos sedientos. Más tarde después de escuchar los detalles de la misión de Eliezer, Rebeca estuvo dispuesta de inmediato a ser la esposa de Isaac.
Algunos sucesos posteriores nos ayudan a ver cómo una iniciativa puede ir mal encaminada. Rebeca estaba consciente de que el plan de Dios sería canalizado a través de Jacob, no de Esaú (Gen_25:23). Así que no sólo convirtió a Jacob en su favorito, sino que hasta planeó la forma de asegurar que este fuera más importante que su hermano mellizo mayor. Isaac prefería a Esaú. Esto creó un conflicto en la pareja. Rebeca se sintió con derecho a engañar a su esposo cuando llegó el momento de bendecir a sus hijos, y su ingenioso plan se ejecutó a la perfección.
Casi siempre tratamos de justificar nuestras acciones. A menudo tratamos de añadir la aprobación de Dios a nuestras acciones. Si bien es cierto que nuestras acciones no obstaculizan el plan de Dios, también es cierto que somos responsables de nuestras acciones y siempre debemos de tener cuidado con nuestros motivos. Cuando medita en un plan de acción, ¿está usted simplemente buscando el sello de la aprobación de Dios en algo que ya decidió hacer, o está dispuesto a declinar ese plan si los principios y mandamientos de la Palabra de Dios se contraponen a esa acción? La iniciativa y la acción son admirables y correctas cuando son controladas por la sabiduría de Dios.